Sequía y acción humana: La tormenta perfecta

Alrededor de medio centenar de Parques Nacionales conforman la Red Española de Reservas de la Biosfera, 7 se localizan concretamente en Andalucía, y entre todas ellas se encuentra una de las joyas de la corona, no sólo de España, sino de toda Europa, hablamos del Parque Nacional de Doñana. Parque Nacional desde 1969, Natural desde 1989 y Patrimonio de la UNESCO desde 1994.

Mosaico de ecosistemas únicos en el mundo, no recibió la protección de la que precisaba hasta mediados del pasado siglo, siendo hasta la ampliación de la década de los años 80, propiedad de la jerezana y bodeguera familia Garvey.

Su preservación ha ido de la mano de otras problemáticas que antes pasaban desapercibidas, y que ponen en grave peligro el hogar de especies únicas y protegidas como el lince ibérico.

En este caso, nos centramos en la preocupante situación que vive hoy en día este entorno, a raíz del nacimiento de los famosos pozos ilegales.

La extracción ilegal de las aguas del parque cada vez se frecuenta más, sobre todo por agricultores de la zona y de las marismas del Bajo del Guadalquivir, quienes para afrontar las temporadas de sequías, recurren a este método, el cual carece de regulación en base a su protección.

 

No sólo los agricultores son los protagonistas del problema, también lo son los ganaderos, empresarios privados o incluso los propios consumidores del cercano núcleo urbano de Matalascañas, agotando de esta forma el acuífero principal y las lagunas de este delicado entorno.

 La situación llega hasta tal punto, que estudios científicos, comprobaron como de las 2.867 zonas cansadas como lagunas en el año 2004, tan sólo quedaban el alarmante número de 2 en todo el territorio de Doñana durante el pasado año 2021.

 

Para solucionar el problema, la Administración en sus diferentes estamentos, ha tomado diferentes medidas, consideradas como insuficientes, pero sobre todo tardías:

-       En 2014, el Gobierno Andaluz, aprobó una norma para pulir los defectos del Plan Especial de Ordenación de la Corona Forestas de Doñana, regulando así el regadío de varias localidades de Huelva, destinándolas sólo para los frutos rojos, con la condición de que perdiesen la condición de uso agrícola y pasaran a tener condición de terrenos forestales.

-    En 2020, el Gobierno Central se procedió por primera vez a declarar el acuífero del parque como sobreexplotado.

-   La Confederación Hidrológica del Guadalquivir plantea medidas para solventar la situación actual, pero no hasta un todavía lejano año de 2027

-      Creación de un Plan de Choque (el cual no tiene aun fecha de inicio) frente a esta problemática como un trasvase de aguas superficiales y la reubicación de los dos sondeos de Matalascañas más próximos al parque y que extraen 2,75 hectómetros cúbicos al anuales

Pero como ya hemos dicho, la falta de interés y la tardanza de la Administración para solventar a tiempo estos problemas tuvo como consecuencia la actuación del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que se vio obligado a condenar el pasado año al Estado Español por no atajar la situación que vive el mayor humedal europeo.

 -          ¿Qué pasa si tienes un pozo ilegal?

Corres el riesgo de tener una grave sanción por riego ilegal de cultivos o uso de agua de riego sin concesión Administrativa que tiene una multa mínima de 6.000 euros hasta los 300.000 euros de máximo, en función de la cantidad de agua extraída de forma ilegal y la gravedad de la acción.

En definitiva, el principal problema de este entramado, es la tardía actuación a la hora de tomar medidas de prevención y de protección del privilegiado ecosistema de Doñana, la poca importancia que se le ha dado a nivel nacional, el nefasto control del uso de sus aguas y la escasez de lagunas y acuíferos dentro del Parque, que además de afectar a los cultivos, deterioran y van acabando de manera inexorable con toda la diversidad natural de este “edén” del Sur de España.

 Leopoldo, José María, Manuel y Pepe