La protección de Nemo

El ODS 14 tiene como objetivo principal la conservación y la utilización de los océanos, los mares y los recursos marinos de una manera sostenible, pues se pretende reducir y prevenir la contaminación en todos los ámbitos. Nosotros nos vamos a centrar en el ámbito marino, un medio bastante castigado tanto a nivel de aguas como de sus especies.

 Las aguas del océano representan el motor principal para la vida, su extensión es del 71% de la superficie terrestre, es el principal generador de oxígeno, posee una gran diversidad biológica en su interior y a su vez controla el clima. 

España está bañada por cerca de 7.661 km de costa, esto demuestra la importancia que posee el mar para nuestro país. El Gobierno aprobó la Ley 41/2010, de 29 de diciembre, de Protección del Medio Marino creada para proteger las aguas a través de una legislación con “estrategias marinas”. La iniciativa es buena pero no va al fondo del asunto, no clarifica cuáles son las modificaciones que ocasionan al medioambiente las acciones del hombre, no detalla cuáles son las características singulares de nuestra situación en el fondo marino, solo protege a veintitrés especies de las cuatrocientas que exigen otros tratados, ni explica cuáles serían los procedimientos a seguir para realizar dicho proyecto. 

El art. 1 LPMM habla del régimen jurídico que regula la adopción de las medidas para mantener el desarrollo sostenible y en buen estado del medio marino. Al ser un bien de dominio público, debe tener un uso sostenible de los recursos del medio marino pues tiene un interés general. También, trata los objetivos principales para la conservación del medio marino, en los que se encuentra principalmente la protección, la prevención y reducción de los vertidos al medio marino y la garantía de las actividades y usos compatibles para la preservación de la biodiversidad. 

La importancia de la protección del mar y sus diversas especies se ha extendido tanto durante los últimos años que, a nivel internacional, se ha creado una fundación en la que participan España, Italia y Túnez. Son iniciativas que combaten con el ecosistema y su conservación, pues cada vez estamos más concienciados sobre el cambio climático. Esto último quiere decir que la buena salud de los mares y los océanos combaten en la adaptación del cambio climático. 

Con la contaminación de los océanos, se han ido creando islas de plástico, siendo esto un problema que no se termina de resolver. Existen asociaciones que se preocupan por el medio ambiente, organizaciones mundiales que avalan posturas de protección pero que por interés económico no son capaces de proteger en su totalidad los océanos. 

Es por ello que observando la problemática que gira en torno al ecosistema marino, hemos decidido ahondar en el mismo para hablar de un caso concreto que nos pilla a todos muy de cerca en cuanto a proximidad se refiere, “la pesca del atún rojo”. 

Hablar de la pesca del atún rojo es hablar de tradición, de siglos de almadraba, de marineros bravíos y de pueblos blancos con paredes encaladas, es hablar de Cádiz y de una gastronomía que se encuentra en la cúspide de la exquisitez, pero también es hablar de décadas de pirateo, de su venta en el mercado negro y de una disminución en un 80% de la población de este maravilloso ejemplar. Apodado como “cerdo de mar”, pues de éste se aprovecha todo al igual que sucede con su comparativo, esta especie vio disminuir su población a medida que aumentaba el auge de la gastronomía japonesa, provocando la pesca masiva y descontrolada del mismo. 

Por ello y en consonancia con la problemática generada, el Gobierno español reguló su pesca en forma de Real Decreto, más concretamente el 46/2019, de 8 de febrero, a través del cual se limitaron las capturas y se establecieron períodos de 3 meses para llevar a cabo las mismas, fijándose tanto la fecha de inicio, como la fecha de fin de campaña para cada buque autorizado. Al crear dichas leyes se intenta controlar y reducir esos excesos que se cometen contra el mar o las especies que viven en él, pero es nuestro sustento de vida y debería ser tarea de todos cuidarlos y no abusar de dichas fuentes. Con dichos proyectos y leyes en defensa de la vida submarina se está reduciendo poco a poco estos abusos tan innecesarios para el mar y la vida que él mismo alberga. 

Creemos que la protección de nuestro mares se ha convertido en los últimos años en un objetivo primordial, pues como hemos mencionado anteriormente, las aguas son el motor principal en nuestras vidas. Nos proporciona diversidad biológica y, además, controla el clima. Esto último también está ocasionando en la actualidad un gran debate por la problemática del cambio climático. El Gobierno, con la aprobación de la ley que regula la protección del medio marino, ha impulsado una iniciativa considerable, pero creemos que no es suficiente porque deberíamos concienciar más a la sociedad de este serio conflicto en el medio marino. La pregunta que lanzamos es ¿realmente está en nuestra mano para salvar los mares? 

Paloma, Domingo Manuel y Paula

Comentarios

Entradas populares de este blog

Breves reflexiones sobre cómo nos afecta el cambio climático

Requisitos esenciales para las Ciudades sostenibles en el Siglo XXI

Estrategia Española de Sostenibilidad Urbana y Local