Requisitos esenciales para las Ciudades sostenibles en el Siglo XXI

Una ciudad sostenible se refiere a un sistema urbano complejo que ha logrado integrar la disminución de contaminación, con medios de transporte más accesible y que aboga por la protección de la vegetación y los recursos naturales, todo esto, buscando mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos al impulsar el uso de recursos energéticos más limpios, saludables y ecológicos. Actualmente, hay una tendencia mundial donde muchos países buscan implementar políticas orientadas a hacer de sus ciudades unas urbes sostenibles, particularmente, aquellas naciones que priorizan el desarrollo y la estabilidad social de sus habitantes

La realidad es que la ciudad sostenible está en permanente construcción. No existe un solo modelo; cada una implementa sus propias soluciones. Eso sí, las medidas que se tomen deben apuntar al equilibrio entre desarrollo y bienestar. Para exponerlo, en otros términos, los requisitos esenciales de toda ciudad sostenible son:

1) Acceso a recursos públicos básicos

Empecemos por lo esencial: el bienestar de las personas. La ciudad sostenible garantiza a sus habitantes educación de calidad, centros de salud adecuados, transporte público accesible, recogida de basuras, seguridad y buena calidad del aire, entre otros aspectos. Es decir, aquello que es indispensable para su supervivencia. En nuestro país, vemos como muchos pueblos son ciudades sostenibles, debido a las comodidades que les proporcionan a los habitantes, ya que hay pueblos hay transporte público accesible, centros de salud adecuados, buenos centros de educación.

2) Acciones de renovación urbana

La renovación del espacio público es fundamental. Esto implica adaptación de calles, plazas, parques y del espacio urbano en general. También supone la conservación del patrimonio cultural y su incorporación a la ciudad moderna. La ciudad sostenible está integrada, nunca aislada ni jerarquizada. El objetivo es ayudar a las personas propietarias y gestoras a disminuir el consumo lo máximo posible.

 3) Reducción de emisiones de CO2

Hay que tratar de reducir las emisiones de CO2 y de otros gases perjudiciales para la capa de ozono, uno de los indicadores más significativos a la hora de valorar el compromiso medioambiental de una ciudad. A este resultado se llega con una buena oferta de transportes alternativos, como las bicicletas, trenes y autobuses eléctricos).

 4) Favorecer el Comercio Justo

Las ciudades sostenibles se oponen al consumo desmedido. En cambio, impulsan otros modelos de Comercio Justo que fomenten la compra local y las redes de personas productoras respetuosas con el medio ambiente.

 5) Triple fórmula: reducir, reutilizar y reciclar

La triple fórmula se basa en la regla de las 3R, las tres erres, consta de una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para reducir el volumen de residuos o basura generada. Esto evitará el uso desmedido de los recursos naturales de los que se dispone en entornos cercanos y dará pie a la creación de redes de solidaridad entre sus habitantes

La creación de ciudades inclusivas procura crear un vínculo de refuerzo recíproco entre urbanización y desarrollo y configurar asentamientos humanos fundamentados en la equidad, la justicia y la paz, bajo el principio global de no dejar a nadie atrás, esto favorece el bienestar de las personas, lo que favorece un cambio a favor en su calidad de vida, lo que vemos reflejado en el acceso a los recursos públicos. La irrupción de modelos de crecimiento disperso y diseminado generó la aparición de nuevas urbanizaciones residenciales de baja densidad, con un alto consumo de suelo, una evidente separación o zonificación por usos y una elevada dependencia del vehículo privado, con los consiguientes impactos sociales, medioambientales y energéticos, lo cual aparece reflejado en el apartado de las reducciones de CO2, básicamente en el que fomenta el uso del transporte eléctrico, para así contribuir a la ayuda a la reducción de contaminación, y a no destruir la capa de ozono, por culpa de las emisiones de CO2, y otros gases perjudiciales para la capa de ozono.

Las prioridades de actuación en esta materia pasan por reducir el impacto ambiental negativo de las ciudades, atendiendo especialmente a la calidad del aire y a la gestión de residuos, reducir los efectos negativos derivados de los desastres, tanto en términos de daños materiales como humanos, con especial atención a poblaciones vulnerables, y proteger el patrimonio cultural y natural, esto último lo vemos reflejado con la regla de las tres erres, reducir, reciclar y reutilizar, dedicado a reducir el volumen de residuos o basura generada.

Las ciudades sostenibles del mundo son:

1.-Londres

2.-Estocolmo

3.-Edimburgo

4.-Singapur

5.-Viena

6.-Zurich

7.-Múnich

8.-Oslo

9.-Hong Kong

10 Frankfurt

Respecto al Informe sobre las ciudades del mundo 2020 nos muestra que el valor intrínseco de la urbanización sostenible puede y debe aprovecharse para el bienestar de todos. El Informe proporciona evidencia y análisis de políticas del valor de la urbanización desde una perspectiva económica, social y ambiental, incluido el valor no cuantificable que da a las ciudades su carácter único; y también explora el papel de la innovación y la tecnología, los gobiernos locales, las inversiones específicas y la implementación efectiva de la Nueva Agenda Urbana para fomentar el valor de la urbanización sostenible.

En cuanto nos acercamos a 2030 las recomendaciones de política en este informe serán beneficiosas para los gobiernos en todos los niveles, permitiéndoles entregar programas y estrategias que mejoren el valor de la urbanización sostenible, y en el proceso, contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de la implementación efectiva de la Nueva Agenda Urbana.

Por otra parte, el informe de la Red Española para el Desarrollo Sostenible nos ofrece datos concretos sobre qué núcleos urbanos ofrecen mejores índices de sostenibilidad. En este ranking encontramos en primer lugar a Vitoria-Gasteiz, considerada como la ciudad más sostenible de España. Destaca así en los objetivos de salud y bienestar, agua limpia y saneamiento, producción y consumo responsables o instituciones sólidas, entre otras muchas. 

En este ranking podemos encontrar también a San Sebastián, Pamplona o Huesca, que destacan especialmente en el plano de los residuos. Por su parte, en materia de agua destacan La Coruña, Almería o Barcelona, y en cuanto a sostenibilidad económica, Madrid, Bilbao y Barcelona encabezan la lista.

Estas ciudades son las más sostenibles de España debido a los siguientes principios:

-Espacios naturales

-Fuentes de energía renovable

-Comercio local

-Movilidad sostenible

-Garantías sociales y laborales

-Planificación de la construcción para la preservación del entorno natural

-Reducir, reutilizar y reciclar

Al final de la lista aparecen Las Palmas de Gran Canaria, Cádiz, Badajoz, Melilla y Ceuta. Y aunque su menor tamaño las hace más ambientalmente sostenibles, pierden en otro bloque: el de la economía. Son ciudades con un PIB bajo, igual que sus salarios, y con altos niveles de pobreza. Esto las convierte en urbes poco sostenibles desde el aspecto económico, lo que las empuja a estar en los últimos puestos.

Manuel, Mario, Ignacio, José Luis López De Lemus García y Giuseppe

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