La estrategia española de movilidad sostenible



La estrategia española de movilidad sostenible está dirigida a mejorar la eficiencia energética en tres aspectos; el económico, el social y el medioambiental. Para ello, los objetivos de esta estrategia se concentran en 5 áreas que buscan integrar la planificación territorial con la del transporte. En esa dirección es necesario desarrollar mecanismos que permitan la coordinación y cooperación de las administraciones sobre todo en las zonas urbanas. De esta forma se mejora la eficiencia de los diferentes sistemas de movilidad sostenible y se disminuyen los efectos negativos de las infraestructuras sobre los espacios protegidos.

La biodiversidad, el territorio y el paisaje son necesarios para impulsar la accesibilidad, el desarrollo económico y la competitividad, a la vez que se fomenta el uso de medios más sostenibles como el tren, el autobús, el transporte marítimo, el coche compartido, la bicicleta o caminar y además combaten el sedentarismo.

La lucha contra el cambio climático y la reducción de la dependencia energética es otra de las 5 áreas que abarca la estrategia española de movilidad sostenible. En éste ámbito se pretende contribuir a reducir las emisiones procedentes del sector transportes, lo que va
a permitir cumplir los compromisos adquiridos por España en el protocolo de Kioto y conseguir reducir las emisiones totales de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire, disminuyendo los niveles de concentración de contaminantes atmosféricos y reducir el ruido para mejorar la salud pública, que se ve afectada con el aumento de la morbimortalidad cardiovascular y problemas respiratorios derivados de la contaminación.

Mejorar de la seguridad vial es otra de las premisas que recoge la estrategia. Para ello se aboga por reducir el riesgo de accidentes y aumentar la protección de las personas, de los bienes transportados y las instalaciones del transporte.

La gestión de la demanda es el área que está al servicio de gran parte de los restantes objetivos. Su meta es racionalizar la demanda de manera que, quitando los operadores de transporte como los usuarios finales, estos ajusten sus decisiones y preferencias individuales en sintonía con el interés general, para ello uno de los principios que se debe seguir es la absorción progresiva de los costes internos y externos, asociados a la movilidad basada en la equidad social y el refuerzo de la competitividad de los sectores
económicos.

Una de las medidas más conocidas y llamativas, es la que se impuso en Madrid, en la cual, se limita la circulación de vehículos de motor, por el centro, haciendo que únicamente, los residentes, taxis, y autobuses pueden ser los que transiten por el centro de Madrid, Esto ha producido un gran cambio en la contaminación de Madrid.

Otra interesante propuesta es la que se está llevando a cabo en distintas ciudades, como Sevilla, Madrid, Barcelona. Esta medida consiste en que los autobuses se muevan mediante placas solares y por combustible, o al menos, no en su totalidad.

Finalmente, no hay que olvidar que aunque los momentos que vivimos sean muy difíciles para la mayoría del mundo, la Madre naturaleza, que siempre es sabia, ha sabido aprovechar esta pandemia. Los niveles de contaminación, ya no solo en España, sino en el resto del mundo, han disminuido hasta un 70%; el agujero que se encontraba en la capa de Ozono ha disminuido, y ha vuelto a 30 años atrás. Con lo cual es posible que estemos perdiendo tiempo en nuestro presente, pero sin duda, estamos ganando tiempo para nuestro futuro. Esperemos que aprendamos a que si se puede hacer cosas por la naturaleza y que si hay remedio, aunque algunos evoquen al caos sin medida ni frente.

Antonio, David, Ignacio, Amparo y Manuel

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