España encaminada hacia el modelo productivo del futuro
La Economía Circular se
constituye un modelo de producción y de consumo que busca obtener los
resultados socioeconómicos siempre encauzados a la preservación del medio
ambiente, de forma que se propugna como un modelo alternativo a los distintos
modelos de producción actuales que, a pesar de poder ser beneficiosos para la
economía de un Estado, no tienen en cuenta variantes sociales ni medioambientales.
Es, por tanto, el modelo de producción desarrollado para responder a la
problemática global más actual que es la protección y preservación del medio
ambiente. Los principios sobre los que descansa la economía circular son
esencialmente los siguientes:
1. Preservar y aumentar el
capital natural; la economía circular pretende preservar el medio ambiente para
responder a un fin mayor que es proteger las condiciones necesarias y
favorables para la vida, para ello busca una economía encaminada a devolver el
capital natural a su origen y nutrir así el medio del cual surge la
productividad; es una forma de devolver todo aquello usado o explotado.
2. Optimizar el rendimiento de
los recursos; esto es, encontrar la forma de máximo rendimiento de los
recursos, extendiendo la vida de los productos básicos utilizados y
posteriormente reutilizándolos.
3. Reducir el daño causado a
sistemas y áreas que afectan a las personas; ello consiste en gestionar los
recursos que repercuten directamente en el medio ambiente, la contaminación
acústica, la gestión de la contaminación y vertido de productos a las aguas, la
forma de deshacerse de los desperdicios etc. Que indirectamente a su vez
afectan a los sistemas económicos globales y a todas las personas del planeta.
4. Dar publicidad sobre la
relevancia global de avanzar desde la economía lineal hacia una economía
circular promoviendo un modelo de consumo responsable, todo ello basado en una
transparencia de información y de los procesos utilizados, y es que la economía
circular de un Estado solo se logra, implantando este modelo a todos los
niveles económicos de un país; para ello la publicación de información acerca
de lo que representa un modelo económico circular es básico para que cada
ciudadano tome conciencia de ello y actúe conjuntamente para cooperar en el
alejamiento de un modelo clásico de economía lineal, al modelo sostenible del
futuro que representa el modelo de economía circular.
5. Fomentar la incorporación de
indicadores del impacto social y ambiental derivados del funcionamiento y de la
producción de las empresas, para poder evaluar no solo los beneficios
económicos que se generen en las mismas, de forma que ya no se tenga en cuenta
únicamente el beneficio económico sino también el beneficio o perjuicio que con
determinadas actividades de producción se generan en los ecosistemas y que
indirectamente afectan a sociedades en su totalidad.
6. Facilitar el intercambio de
información y la coordinación con las administraciones, la comunidad científica
y tecnológica y los agentes económicos y sociales; de forma que todos aquellos
agentes a pequeña escala, encargados de llevar a cabo esa transición no se vean
desamparados, si no que siempre cuenten con información suficiente para
ejecutar las medidas oportunas acorde con el nuevo modelo económico y evitar
así discrepancias internas que obstaculicen la implantación del mismo.
En España, el 18 de septiembre de
2017, los Ministerios de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y
de Economía, Industria y Competitividad han impulsado el Pacto por la Economía circular con objeto de implicar a los
principales agentes económicos y sociales de España en la transición hacia un
este nuevo modelos económico.
En dicho Pacto se han comprometido
a realizar diez acciones. Entre ellas:
- · Avanzar
en la reducción del uso de recursos naturales no renovables, reutilizando en el
ciclo de producción los materiales contenidos en los residuos como materias
primas secundarias siempre y cuando quede garantizada la salud de las personas
y la protección del medio ambiente;
- · Desarrollar
formas innovadoras de consumo sostenible, que incluyan productos y servicios
sostenibles, así como el uso de infraestructuras y servicios digitales;
- · Difundir
la importancia de avanzar desde la economía lineal hacia una economía
circular,fomentando la transparencia de los procesos, la concienciación y
sensibilización de la ciudadanía;
- · Y
promover la incorporación de indicadores del impacto social y ambiental
derivados del funcionamiento de las empresas, para poder evaluar más allá de
los beneficios económicos que se generen en las mismas, como consecuencia de su
compromiso con la economía circular.
·
La Fundación Cotec para la
Innovación, una organización privada sin ánimo de lucro encargada de “promover
la innovación como motor de desarrollo económico y social”, en nuestro país ha
desarrollado un detallado informe, publicado en el año 2019, sobre la “Situación y evolución de la
economía circular en España”,
en el que analiza el impacto y el grado de presencia que este fenómeno tiene en
nuestro país. En el mismo se reconoce que “la
transición hacia una Economía Circular en España ya está dando algunos pasos
significativos. En los últimos años se han incorporado una amplia variedad de
iniciativas administrativas, empresariales y sociales, en línea con lo marcado
por la UE”.
En definitiva, un sistema de
economía circular es un sistema encaminado al futuro, pues se aleja del modelo
tradicional lineal, que únicamente busca el rendimiento a través de la
explotación de recursos, enmarcándose en un nuevo modelo que persigue una
productividad alternativa y ecológica, basado en una relación de reciprocidad con
el medio ambiente.
Se trata sin duda de un modelo
cuya adopción no es opcional, sino que en algún momento nuestro Estado al igual
que todos los Estados del mundo deberá adoptar para la conservación de los
ecosistemas de todo el globo terrestre.
España se encuentra ante la
oportunidad estratégica de aprovechar el impulso europeo para transitar por las
vías de la circularidad dentro del marco de la sostenibilidad. Pero este
objetivo no se alcanzará sin una firme voluntad política que reformule, estratégicamente, las formas de producir y consumir en base a nuevos ciclos
técnicos y biológicos desde los ámbitos nacional, regional y local.
Ángela, Alejandra, Rocio y Carmen
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